La causa de tus malas finanzas es que aún no has formado una buena costumbre con tu dinero y esto puede deberse a varias cosas que verás a continuación:
-No tienes idea de a dónde va tu dinero. Estás en problemas graves con tus finanzas si vas al mercado, pasas la tarjeta y cruzas los dedos para que pase. Si no tienes idea de cuánto dinero tienes, todo va mal. Haz un registro, durante un par de meses, de todos tus gastos. Haz una lista y plantéate un plan específico con objetivos claros (meta, tiempo y forma para alcanzarlo).
-Usar los minicréditos como extensión del ingreso mensual. Los préstamos tienen muchísimas ventajas y ayudan a sacar los pies del barro al momento de tener un imprevisto o una emergencia financiera.
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-No tener un fondo de emergencia. Asegúrate de ahorrar un poco, por lo menos el 10% de tus ingresos en un bote o en una cuenta que no toques. Este ahorro podrá servirte para protegerte en el caso de una urgencia. No siempre puedes contar con un “tarjetazo”. Procura tener este plan b.
-Estar desorganizado con las fechas. La verdad es que tener un calendario con las fechas del pago de las tarjetas no es para nada “lindo” o “usual” pero sí funciona y es muy práctico. Si es la única forma de saber cuándo toca pagar, hay que hacerlo. Mejor eso que tener que pagar algún impuesto o alguna penalización por retraso ¿no crees? Que no se te vayan tus ahorros en un despiste con una fecha.
Sin nómina. Con ASNEF. Tasa de aprobación superior al 86%.
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Pues ya viste, darle un giro a tu economía no es tan difícil, sólo hay que estar preparado y organizado. Un plan bien estructurado es la solución a cualquiera de tus problemas. ¿Te animas?