Creerás que no pero las cosas más pequeñas y las que crees que son insignificantes son las que al final hacen que ahorremos más de lo que esperábamos. Tomemos por ejemplo la comida. Hay muchas cosas que pueden influir en no llevarnos comida de casa al trabajo como la flojera, la falta de tiempo, la distancia, etc, pero la verdad es que el presupuesto en la comida es importante y se debe tomar en cuenta. Hoy les hablaremos de algunos consejos para ahorrar en la comida que llevas a la oficina que espero les sirvan.
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Elección fuera. Entiendo que quizá no puedas llevarte todas las comidas hechas en tu casa, pero si sabes que vas a comer en la calle, ten claro qué comida harás en un restaurante o un puesto de comida rápida. No todas los desayunos, almuerzos y cenas puedes hacerlos en el mismo lugar… Si vas a comer afuera, que no sean todas las comidas del día. Elige bien.
Cocinar un día. Elige un día de la semana (los domingos son perfectos) y dedícate a cocinar. Haz varios platos, inventa, diviértete en la cocina y luego distribuye las raciones en varias partes. Procura hacer cosas que se puedan combinar con otras y comidas que se puedan alternar durante la semana. De esta semana evitarás cocinar todos los días, que eso puede dar un poco de flojera, y puedes también evitar comer fuera siempre. Es cuestión de organizarse y tener un plan para comer más sano y también para ahorrar.
Un día tú, un día yo. Coordina con tus compañeros de trabajo y haz que cada día a uno le toque llevar un plato diferente para compartir. Todos deben participar y llevar comida para los demás. Es una forma linda de disfrutar y conocer a todos, y al mismo tiempo es la opción perfecta para ahorrar comida.
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¿Conoces algún otro consejo para ahorrar en comida?